La puerta de la verdad
Están llamando a la puerta de la verdad.
¿Es necesario?
La puerta de la verdad está abierta de par en par para quien quiera entrar.
Llaman a esa puerta.
¿Es necesario?
Pueden ser antiestéticas y estrechas.
El hombre se encorva y se agacha.
Enfrentarse a la verdad no siempre es agradable.
Muchos retroceden ante la verdad.
Prefieren no asistir a ese acontecimiento.
Corren hacia las anchas puertas de la mentira, la falsedad y el engaño.
Atraídos y enganchados por el brillo y la amplitud
Algo de gracia les invade.
Deben llamar a esa puerta ancha.
La entrada se paga cuando llega el momento.
Hay una multitud ante esa puerta y una espera, pero a la gente le encanta.
No pueden aburrirse con cosas que no quieren afrontar.
Dejando atrás toda incomodidad para crecer en lo que no son.