Voy a mi lecho,estrujo mi ropaje
Dando sin descansar vueltos en él
Vuelve el alma sus ojos hacia adentro
Y oscuridad en su contorno ve.
Bien hace aquel prosternado cae.
Pero en si fondo no, pues donde quiera
Algo hay que punza y en relieve está.
No se puede borrar de la conciencia.
Lo que puede borrar la oscuridad.
Los ojos hacia dentro, te aseguro,
Microscópicos seres que un cocuyo
Con su luz vacilante hace tremer
1871.
La Oracion
Bien hace aquel prosternado cae
Y confiesa y alaba a su Señor;
Creer y confesar tal vez lo salven,
Pero es dulce, es mejor pedirle a Dios.
Confiad en la oración, llama que sube
Hasta las salas de la eterna luz,
Telégrafo instantáneo que nos une
Con la patria de amor, patria común.
Las plegarias, que son alas del alma,
La llevan recta hasta encontrar a Dios,
Y oración que a su trono se levanta
Baja trayendo alguna bendición.
Pedidle a Aquél en cuya mansa boca
Tantas promesas para todos hay;
No temáis implorarle a todas horas;
Creed en el Pedid y se os dará.
Si no alcanzáis lo que pedís fervientes
(¡Misterioso poder de la oración!),
Encontraréis de los pedidos bienes