Firme en la majestad y en la armonía
De su maravillosa arquitectura,
Cuya seguridad serena y pura
Es más fuerte que el tiempo y su porfía,
Tu casi celestial topografía
Alza la claridad de su estructura,
Dando cuerpo de paz y de dulzura
Al alma de la eterna poesía.
Y hace que, confundidos y abrazados,
La letra y el espíritu inflamados
Unan su voluntad y su poder,
Para vivir en el espacio frío
Y en el tiempo dramático y sombrío
Con la luz y el calor de un solo ser.