Rítmica, lenta, se desliza el alba
Silenciosamente llega, donde, desvelada estoy,
Alumbra mi lecho, desolado y triste
Y el ayer pasado, lo convierte en hoy.
Efímera, vuela, cada hora del día
Afanosamente detrás de ella, sin sentirlo, voy
Marca en mi almanaque un indeleble verso
Que no tiene doble, porque hoy es hoy.
Fúnebre marcha, ennegrecida noche
Inexorablemente me despoja, y ya no soy,
Mortaja mi cuerpo promesa divina:
El afán futuro, no es mi afán de hoy.